Lenguas
Datos sobre la lengua
-Cada día hablamos peor :
Ante el avance imparable de los cambios lingüísticos, aquellos que creen que el cambio lingüístico es síntoma de degeneración y decadencia necesariamente concluyen que la lengua está deteriorándose por descuido de los hablantes y que hoy hablamos peor que antes. Lo que subyace a este prejuicio es la fantasía de una supuesta Arcadia lingüística perdida, una Edad de Oro de la lengua en la que los hablantes se expresaban con propiedad (no como ahora), pero que los hablantes de hoy en día han destrozado con su uso. Pero esto no es así: la lengua que hablamos hoy es indudablemente distinta a la que se hablaba hace doscientos años (mueren palabras, nacen otras, cambian significados, surgen nuevos giros y usos gramaticales), pero ni la de antes era mejor ni la de hoy es peor. El uso de los hablantes no destroza el idioma; al contrario, es precisamente lo que lo crea.
-Los cambios lingüísticos son síntoma de degeneración
La lengua está en constante cambio. Algunos de esos cambios se asientan en poco tiempo, mientras que otros tardan décadas o siglos en consumarse. El cambio lingüístico es un fenómeno natural de las lenguas vivas. De hecho, las únicas lenguas que no cambian son las que están muertas. En general, los cambios que han ocurrido en el pasado no suelen despertar suspicacia ni ser sospechosos de causar empobrecimiento, pero los cambios lingüísticos que nos ha tocado vivir son percibidos con frecuencia como síntoma de degeneración o deterioro. El cambio lingüístico forma parte de la naturaleza misma de las lenguas y no es algo que haya que evitar en aras de una supuesta pureza lingüística. Lo que subyace a la oposición al cambio lingüístico es la creencia infundada de que existe un estado óptimo de pureza lingüística que debe ser preservado y que cualquier modificación será necesariamente a peor.
-Hay lenguas mejores que otras
Está muy extendida la idea de que hay lenguas más ricas, más sofisticadas o más perfectas que otras, mientras que consideramos otros idiomas como primitivos o rudimentarios. Pero la lingüística desmiente esta creencia: desde el punto de vista lingüístico, todas las lenguas presentan grados similares de complejidad y no existen lenguas más rudimentarias o elaboradas que otras. Sí, puede haber lenguas que tengan un repertorio de sonidos más escaso que otras, o lenguas con una morfología menos prolija que otras, pero en el cómputo global todas tienden a grados de complejidad y sofisticación comunicativa equivalentes.
Comentarios
Publicar un comentario